En 1880, Sir Michael Winter vuelve de la Universidad de Oxford para tomar su lugar legítimo como señor de Winterwood Manor. En su ausencia, la finca ha adquirido un nuevo jardinero, un audaz joven estadounidense llamado Thomas Gilchrist. Cuando Michael ve que Thomas es educado y se lleve más como un señor que como un sirviente, sospecha que Thomas puede estar ocultando algo.
En poco tiempo, sin embargo, los dos ya no pueden suprimir su creciente atracción y ceden a la pasión que se interpone entre ellos. Justo cuando Michael comienza a creer que al fin pudo haber encontrado felicidad con Tomás, su casa se pone en un estado de agitación.
Un huésped de la finca se encuentra en el bosque después de una fiesta en el jardín, muerto a golpes por alguna criatura desconocida. Pronto parece que un hombre lobo está acechando los bosques cercanos, y Michael comienza a sospechar que el hombre que ama podría también ser una bestia y un asesino a la luz de la luna.
Calificación
La sinopsis de esta historia básicamente lo dice todo. Winterwood se encuentra ambientada en la época victoriana, aunque perfectamente los acontecimientos pudieron haberse situado en el siglo XXI y eso no habría influido en la trama. Pero, bueno, tiene la particularidad de ser una historia de época.
Como novela histórica no destaca. Pero si te gusta la homoerótica, de eso sí aporta bastante. Thomas parece ser un experto en el tema, mientras Michael es el típico chico casto, que al menos ya se encuentra confundido sobre su sexualidad antes de conocer a Thomas, pero es exasperante lo dependiente que se vuelve a la compañía del otro hombre. Simplemente ese tipo de personajes no me gustan.
Thomas es un cambiaforma. Un lobo bajo la luna llena. No es ningún misterio su condición de lobo, pero al parecer el hombre guarda muchos más secretos que se revelan al final. Admito que a pesar de ser muy predecible todo lo que sucede en el libro, hubo un pequeño giro al final que me sorprendió, no porque fuera espectacular, sino porque ya me había hecho a la idea de que sabía todo lo que pasaría hasta el final de la historia, pero esa pequeña revelación me despertó un poco porque ya me estaba durmiendo. Terminé de leer este libro en la madrugada, así que no tengo mucho más que decir.
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