En los días en que los hombres trataban de rescatar a damiselas en peligro, Sir Benedict Childerley sólo desea rescatar a Lord Robin Holt de un matrimonio concertado.
Lord Robin, un chico dulce y amable de una familia rica, quiere a un caballero de brillante armadura. Cuando ellos se encuentran, Sir Ben no está montando un corcel blanco, sino que se encuentra inconsciente después de un accidente de justa.
Temporalmente desterrado a un monasterio de Gales, Lord Robin atiende las heridas del caballero y, a pesar de este primer encuentro ignominioso, Lord Robin se da cuenta enseguida de que el apuesto caballero es el único hombre que puede ganar su corazón. Sir Ben, el hijo bastardo de un señor rico, está dispuesto a luchar contra un ejército con el fin de mantener a su niño amado.
La historia se desarrolla a finales del siglo XV, pero esta es una suposición mía, en base a ciertas referencias que hacen los personajes, más no esta especificado en el libro en que año se desarrollan los hechos, cosa que no afecta en ningún aspecto a la trama.
Lord Robin, un joven rico, pero deshonrado desde su adolescencia, es nuestro protagonista. Robin no es el tipo de personaje que destaque por su personalidad, en realidad, carece de ella, pero para ser justos, esto va evolucionando según transcurre la trama y todo gracias a Sir Benedict, el coprotagonista, un caballero de brillante armadura que ve en él un lienzo en blanco, un joven al cual educar en los valores de un caballero viril y aguerrido.
Este libro se deja leer muy fácilmente. Capítulo a capítulo siempre esta pasando algo intrigante que evita que abandones la lectura, y eso me fascina en una historia. Leí ciertos comentarios en Goodreads que tachaban a la historia de homofóbica por la mentalidad de los personajes… pero bueno, estamos tratando con una ficción ambientada en el ocaso de la época medieval, ¿qué esperaban?
Sé que hay ficciones que se toman libertades creativas e ignoran el trasfondo de las épocas en las que ambientan sus historias, y eso me parece correcto, jamás me quejaría de algo así, pues, si todas las historias se ciñeran a la vida real en un cien por ciento, muchas buenas tramas serían inviables.
Este libro no es una obra maestra, ni algo que te cambie la vida, tampoco te va a dejar pensativo cuando leas el último párrafo, pero, como fuente de entretenimiento, cumple a cabalidad.
